• El funcionario respondió inquietudes de los corporados sobre el funcionamiento de la empresa. 

Al inicio del primer periodo de sesiones ordinarias, los concejales de la ciudad escucharon al gerente de la Empresa Aguas y Aguas de Pereira, Leandro Jaramillo, quien dio a conocer el informe gestión de la entidad y recalcó que la entidad es una empresa de los pereiranos y seguirá siendo de los pereiranos.   

En la intervención de los concejales el corporado Carlos Torres manifestó que es muy preocupante el caso de la multa que la DIAN le impuso a la empresa por alrededor de 8 mil millones de pesos; agregó que falta maquinaria, vehículos y herramientas adecuadas para atender las emergencias. 

Así mismo, el concejal Carlos Hernán Muñoz preguntó sobe el avance del plan de reposición de redes e indagó sobre cuánto cuesta y cuáles son los modos de financiación. Además indicó que hay inquietudes sobre la viabilidad financiera de la empresa. “Que nos demuestren financieramente cómo se hace la inversión, no es invertir por invertir, sino que la empresa tiene que dar resultados sociales”, destacó Muñoz Chávez. 

Para la concejal Nancy Henao hay un tema de planificación que le preocupa ya que se ha vuelto a modificar el plan estratégico de la empresa y ha sido muy perjudicial para la entidad. Henao Ruiz también indagó sobre el proceso de reposición de redes y dijo que no hay maquinaria suficiente para atender las emergencias que se presentan en la ciudad y en hay época de variabilidad climática y se presentan muchas lluvias que generan estragos en la ciudad”. 

El concejal Samir Castro dijo que hay preocupación de la ciudadanía porque hay rumores en el sentido de que la empresa se quiere vender y hay sinsabor por los bajos rendimientos de la empresa; además pidió claridad sobre el futuro financiero de Aguas y Aguas de Pereira. 

El concejal Joan Manuel Ríos se refirió a algunos sumideros que se encuentran taponados y por ello planteó la posibilidad de que se coloquen rejillas para evitar que se filtren las basuras. También llamó la atención porque luego de las reparaciones de acueducto y alcantarillado, las calles quedan hundidas, con grietas y fisuras generando un daño en la vía y afectando el tráfico vehicular.